domingo, 2 de enero de 2022

Lo que pasó el 2021

 



La pandemia cubrió Europa, América, parte de Asia y de África no se sabe porque no hay registros y las vacunas llegaron tarde, mal y nunca.

Ante una emergencia mundial, las Naciones Unidas mostraron una vez más su inoperancia. El Consejo de Seguridad ignoró la pandemia. Solo fue el tema diario de una débil pero prepotente OMS.

Las vacunas rusa, china y cubana no fueron aceptadas por la Unión Europea para admitir viajeros. Para África solo enviaron las sobras de las vacunas a punto de vencimiento.

Los grandes poderes mantuvieron la privatización de la salud mundial y los negocios mega millonarios de las farmacéuticas aun a costa de la muerte de millones.

China dominó la pandemia y mantuvo su ascenso económico, pero la Ruta de la Seda quedó en Stand By. Estados Unidos, Canadá y sus otros países títeres se ocuparon en provocarla armando a Taiwan, azuzando a Hong Kong y sancionando a los productos chinos cada vez que pueden.

La Unión Europea no se quedó atrás. La OTAN movilizó sus tropas con los ucranianos hasta las mismas puertas de Rusia. La fobia anti rusa se desató en Ucrania, Hungría y Polonia, donde gobiernan partidos neofascistas.

Gran Bretaña culminó su divorcio de Europa con graves consecuencias para sus trabajadores, estudiantes y ciudadanos en general. Como no logró una alianza concreta con los norteamericanos, ahora las islas han quedado solas, apartadas del mundo occidental, en la información y los negocios.

Rusia se sigue consolidando y recupera gradual pero sostenidamente su calidad de potencia mundial.

La Alianza Chino rusa ya es una realidad.

Latinoamérica gira a la izquierda, ciertamente a una izquierda bastante moderada si se la compara con la de los años sesenta. La mayoría de los gobiernos están en manos ahora de distintas fuerzas de izquierda en alianza con diferentes fuerzas de centro. La ultraderecha fascista asoma la cabeza a través de movimientos y partidos distintos en Europa y América Latina.

Y mientras tanto, millones de refugiados, desplazados, migrantes, solicitantes de asilo, personas que viven en la calle y trabajadores precarios esperan atención y justicia. El capitalismo post neoliberal reseteado, nos sonríe y acoge en sus redes mientras nos somete y vigila.

 

 

 

domingo, 12 de diciembre de 2021

 

Carlos Marx

 En el cementerio de Highgate, en Londres, uno puede la pedir en la puerta, y le dan una carilla modestamente impresa en papel periódico, donde se muestra la ruta hacia la tumba de Marx. Se sube una pendiente entre viejos árboles y malezas y se llega, al cabo de un sendero zigzaguente, a la famosa cabeza túmulo en forma de trapecio con la que se ha rendido homenaje perenne al autor de El Capital. Fue construida por el Partido Comunista de Gran Bretaña en 1954 con un busto hecho por Laurence Bradshaw.  Antes solo era una tumba simple, una más. Allí enterraron a Marx el 14 de marzo de 1883, en una zona sin consagrar porque era ateo, en un funeral al que asistieron solo once personas, una de ellas su entrañable amigo Federico Engels.

Al lado del monumento, hay otra tumba. La de Herbert Spencer, el biólogo y sociólogo que aplicó los descubrimientos de Darwin a la sociología y formuló los fundamentos de lo que ahora se llama el “darwinismo social”. Mientras la tumba de Spencer luce abandonada, la de Marx es visitada por gente que llega de todo el mundo. Van desfilando uno a uno, chinos, indios, africanos, europeos, latinoamericanos. Unos levantan el puño y se toman fotos, otros dejan flores. Pero la lenta procesión, ese goteo humano que nadie sabe cuándo empezó, no cesa nunca. Es la vigencia de Marx en un mundo que no ha logrado todavía la libertad que él sostuvo que es posible y necesaria.

Se ha escrito tanto, tan bien y tan mal, sobre las ideas de Marx y sobre él mismo, que prefiero detenerme en su condición humana. Tenemos que descubrir al Marx de carne y hueso y abandonar al ídolo Marx de cartón y manuales.

Curiosamente, quienes lo seguimos hacemos con él lo que él criticaba: lo ponemos de cabeza, empezamos por sus teorías. Una visión materialista empezaría por sus condiciones de existencia, que fueron las que crearon su conciencia.

Están sus biógrafos, especialmente Franz Mehring, pero también Isaiah Berlin, Francis Wheen, David Barbero, Antonio Fernández Benayas y otros, para ilustrarnos. Está su correspondencia y la de su corta familia.

5 de mayo de 1818. Nace el niño Karl Marx. Jorge III gobernaba en Inglaterra, en Prusia Federico Guillermo III, el Archiduque José Antonio en Austria; y en Rusia Alejandro I. Habían formado la Cuádruple Alianza para impedir el resurgimiento del liberalismo en Europa. Era el neoliberalismo de entonces, la ola conservadora, absolutista, que respondía con sangre y represión a la también sangrienta revolución francesa.

Tréveris (Trier en francés), la ciudad donde nació Marx, es la más antigua de Alemania, que entonces formaba parte del Reino de Prusia. Está en el Palatinado, la región que fue devastada por las tropas de Luis XIV en el siglo XVII. Siempre fue una región en disputa. Recibía a la vez la influencia revolucionaria de Francia y las transformaciones industriales que Prusia empezaba a experimentar. Allí nació Marx y vivió sus primeros años.

Marx sufrió las consecuencias del antisemitismo porque era hijo de un abogado judío; del conservadurismo porque su padre era liberal; del fanatismo religioso, porque su padre tuvo que convertirse al protestantismo junto con toda la familia para poder trabajar. No había Inquisición en Prusia, pero sí racismo y prejuicios antisemitas. Marx era moreno en un mundo de blancos, le llamaban “el moro”, tenía cuerpo vigoroso de obrero, no de aristócrata. Y su familia era judía en un mundo de cristianos luteranos. Era ateo en un mundo de fanatismo religioso. Y defendía la práctica del socialismo francés en el ambiente de los filósofos jóvenes que solo pensaban en teorías y especulaciones.

Era un antisistema dentro de un sistema que estaba sólidamente instalado.

El mismo año en que se libraba la batalla de Ayacucho durante las guerras de la independencia, 1824, ese niño llamado Carlos Marx era bautizado en una iglesia luterana.

En 1814, Napoleón había sido derrotado después de su catastrófica aventura en Rusia. Había llevado, valiéndose de las armas, las ideas burguesas a toda Europa y al Medio Oriente, pero encontró sus límites. Preso en la isla de Elba primero y en Santa Elena después, estaba siendo envenenado lentamente hasta su muerte en 1821. Moriría tres años después del nacimiento de Marx, el año en que San Martín proclamó la independencia del Perú.

Las potencias vencedoras se reunieron en el Congreso de Viena para restablecer no solo las fronteras sino las ideologías absolutistas del Antiguo Régimen. Como nuestros reaccionarios de hoy, querían retroceder a las instituciones anteriores a la revolución francesa.

Pero, transitando de la razón al sentimiento y basándose en las creencias y experiencias populares, el romanticismo revolucionario erupcionó como un volcán intelectual y popular contra la restauración absolutista. Beethoven estrenaba la Novena Sinfonía en 1823, Paganini y Chopin daban sus conciertos en Varsovia en 1829. Víctor Hugo publicaba Nuestra señora de París en 1831, Delacroix pintaba La libertad guiando al pueblo en 1831. También fue la época de Proudhon, Flora Tristán y los socialistas franceses, la lucha para que haya parlamento en Alemania, contra los zares rusos en Polonia y contra el Vaticano para que Italia se unifique.

La burguesía y el pueblo de París --obreros, guardias nacionales, estudiantes y antiguos militares dirigidos por Thiers y Guizot que serían los masacradores de la Comuna de París--, se levantaron contra Carlos X Borbón y generaron la Revolución del 27 al 29 de julio de 1830. Luis Felipe de Orleans asumió el trono real y fue establecida la monarquía constitucional según el modelo inglés. La burguesía con títulos nobiliarios retomó el poder perdido por la revolución francesa y desplazó a la aristocracia. Pero ya no era suficiente y la lucha continuó. Ya no eran las masas desempleadas de París sino los proletarios quienes reclamaban no solo por parlamento sino por una sociedad más justa y los cartistas ingleses pedían que su fuerza de trabajo sea reconocida como fundamento de la ciudadanía.

No solo había una reacción contra el absolutismo sino también una discusión crítica sobre la revolución francesa que, en la búsqueda de la libertad, devino en el terror, la dictadura y un nuevo absolutismo imperial. Desde Prusia, los filósofos alemanes observaban y analizaban lo que pasaba en Francia. Kant había estudiado la razón pura y la razón práctica que venían desde Descartes y el empirismo inglés. Hegel estaba elaborando su gran construcción filosófica sobre la historia y las ideas. Como para Kant, el gran tema de Hegel fue la libertad.

En las Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal, Hegel trató de explicar el sorprendente curso de la Revolución Francesa que buscando la libertad plena había terminado en tiranía y terror.

Las contradicciones que encontró en la historia llevaron a Hegel a usar el método dialéctico como sistema, alterando la lógica aristotélica. Su método permitía explicar las “astucias de la razón" y la "burla de la historia" que   conducen a los hombres mientras ellos creen conducirse a sí mismos y que producen resultados contrarios a los pretendidos por sus autores. Lógica dialéctica. Una cosa es ella misma y no es ella porque, en realidad, toda cosa cambia y se transforma en otra. Todos los acontecimientos son contradictorios en sí mismos.

Sabemos que como todos los jóvenes hegelianos, Marx analizó, usó y cambió el pensamiento de Hegel. No le interesaba solo analizar el mundo sino transformarlo.

Fue el tercero de los nueve hijos de Henrietta Pressburg y Heinrich Marx. Recibió clases de su progenitor hasta 1830, cuando entró en el gimnasio jesuita de Trier. Fue excusado del servicio militar cuando cumplió 18 y cursó estudios en las universidades de BonnBerlín y Jena.

A los 18 años se comprometió con Jenny von Westphalen, una baronesa hermana del ministro de Interior prusiano, a la que conocía desde la infancia. Ni él ni su padre tenían títulos nobiliarios. Fue un amor difícil, escondido, contra las reglas. Siete años después de su compromiso, el 19 de junio de 1843, casó con Jenny. Habían esperado a que mueran sus padres porque se oponían a la relación, a pesar de que el padre de Jenny apreciaba su talento.

Jenny acompañó a Marx toda su vida. Tuvo que romper con su mundo. Nacida en un medio aristocrático y gubernamental, prefirió el llano. Era una activa intelectual, una de las participantes en la Fiesta de Hambach, en sus años de adolescente, una manifestación popular por la unidad de Alemania. Era la primera en leer todo lo que su Karl escribía con letra indescifrable, pasaba sus textos en limpio, aconsejaba y participó en las discusiones con Ludwig Feuerbach, Proudhon y Bakunin. Sugirió enmiendas y títulos de artículos, mantuvo en orden la correspondencia. Escribió ensayos sobre Shakespeare (Ricardo III) y el teatro inglés que, desgraciadamente, no han sido traducidos al castellano[1].  Pagó un costo inmenso en sacrificio, pero lo hizo con gusto. No hay una sola queja en su correspondencia.

Al parecer, por lo que se puede leer en relatos, novelas históricas y correspondencia, era un medio intelectual, bohemio, informal, el que los rodeaba. Un medio pobre y sin recursos también. Marx y Jenny conocieron a Pierre-Joseph Proudhon, Louis Blanc, que sería el líder de la revolución francesa de 1848, a Mijaíl Bakunin y al poeta alemán Heinrich Heine que se convirtió en uno de los amigos más cercanos de la pareja.

Expulsado de Francia, de Bélgica y Prusia, perseguido y arrojado a la miseria, el matrimonio tuvo que trasladarse a Londres, donde vivieron en el Soho, el barrio de los ladrones, los mendigos y las trabajadoras sexuales. Al comienzo estuvieron en una vivienda provisional. A finales de 1850  Karl y Jenny hallaron una vivienda en dos habitaciones del piso alto del número 28 de Dean Street, donde ahora hay un bar con una placa que los recuerda. En el Perú gobernaba José Rufino Echenique, José de San Martín moría en Francia.

Voy poniendo fechas claves de nuestra historia para que nos demos cuenta hasta qué punto llegaba la desinformación en el Perú y qué lejos estábamos como país, histórica e intelectualmente de Marx como seguimos estando ahora. En los años cincuenta del XIX, el Perú todavía debatía entre liberales y conservadores, laicos y religiosos. La esclavitud había sido abolida en 1830 en Europa, todavía teníamos defensores de la esclavitud y tuvimos esclavos chinos después de los afrodescendientes.

Un homenaje ha sido largamente postergado a las mujeres que rodearon a Carlos Marx, protegiéndolo y cuidándolo mientras trabajaba obsesionado escribiendo El Capital.

En primer lugar Jenny, la esposa, que abandonó una vida cómoda de noble prusiana para seguirlo. Jenny no pudo mantener relaciones estables con su familia y eso explica el abandono en que vivió. No era un ama de casa común y corriente, también era gran lectora, intelectual y escritora.

Helene “Lenchen” Demuth, la empleada de ambos, fallecida en 1880, que tuvo un hijo con Marx. Aunque esto no está plenamente probado, algunos historiadores sostienen haber encontrado la correspondencia que demuestra que el niño Henry Frederick Demuth, Freddy, fue inscrito por Engels como hijo suyo para evitar el conflicto matrimonial de Karl y Jenny y el escándalo subsiguiente en los círculos socialistas. Engels entregó al niño a un hogar amigo de trabajadores apellidados Lewis. Los instintos humanos ganaron a la que habría sido una actitud socialista puritana. Las costumbres de la época y el temor a la sanción social y política también se impusieron en el hogar del creador del socialismo científico.

Jenny tuvo cuatro hijos con Karl. Francesca murió de frío. Tuvieron que pedir un préstamo para sepultarla.

Edgar murió de tuberculosis a los ocho años.

Jenny Laura, fue la hija mayor y primera propagandista, casada con Paul Lafargue, traductor de El Capital al francés, ambos perseguidos sin cesar por la policía en varios países, que una vez que fallecieron sus hijos y ya ancianos, decidieron suicidarse pasados los sesenta años.

Eleanor, educada por su padre y convertida en su secretaria, profesora en Brighton, también propagandista, organizadora de sindicatos, conferencista, fundadora de la Liga Socialista y escritora, crítica literaria, autora de El Infierno de la Fábrica, La Pregunta de la Mujer y Los Movimientos Obreros en Inglaterra, entre otros libros, traductora de Ibsen y Flaubert, se suicidó a los cuarenta años, víctima de Edward Aveling, un marido alcohólico y estafador que trataba de usar el nombre de su esposa como hija de Marx para ganar dinero.

Y Freddy, el hijo secreto, colocado por Engels en la casa de los Lewis,  no pasó por la escuela ni por la universidad. Obrero, proletario como aquellos miles de hombres sobre los que su padre escribía. El hijo de Karl y Lenchen vivió en el barrio de Hackney. Trabajó en varias fábricas del East End, era tornero, fue miembro Sindicato del Metal y fundador del Partido Laborista de Hackney. Murió el 28 de enero de 1929[2].

Cómo olvidar a Friedrich Engels, compañero y benefactor de Marx aun después que murió. Engels no solo era un intelectual brillante, sino también una persona extraordinariamente humana y generosa que nunca quiso que su nombre antecediera al de Marx. Burgués de nacimiento, socialista de convicción. Sin él no solo Marx no habría escrito El Capital, sino que nunca lo hubiéramos conocido porque fue Engels quien lo hizo publicar, así como otras obras de su amigo. Murió en 1895. Manuel González Prada ya escribía sobre socialismo en el Perú en ese año, pero solo sobre anarquismo y Piérola fundaba la república aristocrática.

Karl se refiere a Flora Tristán en La ideología alemana, su defensa de los socialistas franceses frente a los idealistas alemanes. Como se sabe, Flora Tristán fue probablemente hija de Bolívar.

La familia Marx tuvo que mantenerse sólo de los escasos ingresos obtenidos por Karl que escribía artículos para periódicos en su mayoría eventuales. Uno de esos textos es el que escribió sobre Simón Bolívar para la Enciclopedia Británica, en el que ataca ferozmente al libertador porque, a la distancia intercontinental, veía en él un proyecto napoleónico. Fue  cuando se dedicó a escribir El Capital, en las salas de lectura del Museo británico, un refugio ante los problemas que le acosaban. Pero también fue la época en que intensificó su correspondencia con los populistas rusos y los socialistas irlandeses, polacos, turcos. Empezó a pensar en que el camino comunitario hacia el socialismo podría ahorrarle a los seres humanos los padecimientos del capitalismo.

En 1867 se publica en Hannover el primer tomo de El Capital.

En 1881 muere Jenny con un cáncer al hígado.

El 14 de marzo de 1883 fallece Karl en Londres. El Perú, derrotado en la Guerra con Chile, acababa de firmar el tratado de Ancón renunciando a Tarapacá y Arica. Nadie se enteró en el Perú de la muerte de Marx.

En 1890 muere Lenchen.

En 1895 muere Engels.

En 1898 se suicida Eleanor.

En 1911 se suicidan Laura con Paul Lafargue.

En 1929 muere Freddy.

Karl murió solo, en su habitación del Soho, en 1883.

No transigió con el realismo político ni con el oportunismo.

No buscó honores ni premios.

Cuando escuchó que en Francia estaban organizando un partido marxista, replicó: “al menos, yo no soy un marxista”.

Cuando murió, era casi un desconocido por el gran público, pero no por los gobiernos ni por sus policías. “Su nombre y su trabajo se fortalecerán a través de las edades”, dijo Engels en su funeral. En efecto, ahora es muy difundido, famoso, vigente. La historia del siglo XX es la historia del legado de Marx, ha dicho Francis Wheen, y podemos decir: también lo que va del XXI. Y sin embargo es poco leído de verdad debido a lo complejo de algunos de sus textos o a la desidia de sus seguidores. Todavía es un personaje enigmático, nuevas investigaciones siguen iluminando su vida sacrificada, mientras millones de personas siguen discutiendo sus ideas y los viajeros continúan visitándolo en el cementerio de Highgate. Hasta que tengamos una sociedad de seres libres, como él quería.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

FERNÁNDEZ BENAYAS, Antonio. Réplica filial al patriarca del materialismo. Novela histórica.

MEHRING Franz. Karl Marx, The Story of his Life. New York: Rowtledge Library Editions, 2010.

BARBERO David. El amor de Carlos Marx. Teatro. Edición e book.

 



[1] BARBERO David. El amor de Carlos Marx.

[2] En 1962, el historiador alemán Werner Blumenberg encontró una carta del 2 de septiembre de 1898 escrita por Louise Freyberger, empleada de Engels y amiga de Helene Demuth, en la que cuenta la confesión que Engels hizo en su lecho de muerte: "Sé por el propio General [Engels] que Freddy Demuth es hijo de Marx ".

sábado, 1 de febrero de 2020

Congreso de minorías


Las “mayorías” de las elecciones parlamentarias de 2020 no son tales, son minorías si se las compara con la población total de electores.
El Congreso de 2020 es una colección de pequeñas minorías.
El Perú tiene 32 millones de habitantes.
De esos 32 millones de habitantes, 24 millones 794 están en edad de votar.
Más de 22 millones 700 mil debieron votar obligatoriamente por ser menores de 70 años. El resto, dos millones, votó voluntariamente, si es que lo hizo.
La ONPE consignó en los padrones electorales a 21 millones 369,428 peruanos habilitados para votar.
5 millones 420,458 peruanos no acudieron a las urnas (ONPE).
Dado que 5 millones no fueron a votar, solo 19 de 21 millones de electores hábiles votaron.
De esos 19 millones que fueron a votar, alrededor de 7 millones votaron por los catorce partidos de la boleta. Son los llamados votos válidos.
El resto, 12 millones, votaron blanco o viciado (Resultados ONPE al 99% de las actas escrutadas).
Votaron en blanco 370,747.
Viciaron su voto, 2’552,369.
Total blancos y viciados, casi tres millones.
La derecha no pudo esta vez soltar el río de dinero que tiene costumbre en cada proceso electoral. O los empresarios que hacen bolsas para comprar candidatos, están temerosos del escándalo, o no dieron importancia al evento por tratarse de un congreso que durará solo un año. Ese gran elector, la CONFIEP y adláteres, estuvo ausente esta vez. O confían en rehacer su mayoría con los elegidos que se vendan.
El partido que más votos logró fue Acción Popular, que tuvo un millón 341 mil 817 votos, menos de la mitad de los votos viciados y en blanco, apenas un 10% de los votos totales.
Conclusión: los señores Blanco y Viciado ganaron de lejos las elecciones porque fueron tres millones.
¿Por qué tantos ciudadanos no fueron a votar siendo el voto obligatorio y habiendo multa para los ausentes?
¿La elevada proporción de votos en blanco y viciados significa solo ignorancia, falta de habilidad para escribir o expresa algo más, acaso indiferencia o indignación?
Lo que los medios presentan como las grandes sorpresas o los partidos “mayoritarios” son, en realidad, minorías. Ellos darán en adelante las leyes a las que tendremos que someternos.
Acción Popular ha logrado 1 millón 341 mil votos de un total de 21 millones de electores hábiles. UPP y el Frepap, los acontecimientos sensacionales de la jornada, bordean el millón cada uno.
Daniel Urresti, la estrella de Lima, tiene apenas 477,000 votos de los 21 millones de electores hábiles y es presentado como el candidato más votado.
Los 113 mil votos del Apra dan una dimensión del tremendo castigo propinado por los electores a esta agrupación convertida ahora en un micro partido.
El electorado castigó al Apra y el PPC que no lograron sobrepasar el mínimo necesario para llegar al Congreso.
Fuerza Popular fue reducida al 7%
El Partido Morado quedó lejos de sus expectativas.
La izquierda tradicional fue indefinida y fragmentada. Juntos por el Perú no sobrepasó la valla.
Solo Acción Popular, el Frepap, Alianza para el Progreso y Podemos Perú (en este caso debido al protagonismo de Daniel Urresti) sobrepasaron el millón de votos, la vigésima parte del electorado hábil.
Fueron premiados la UPP de Antauro Humala y el FREPAP del pescadito con más de 800,000 votos cada uno. Aparecieron como la sorpresa de la jornada. Pero tampoco es una cifra notable, apenas el 7% del electorado cada uno.
Lo que pasa es que, en el Perú, emitir un voto en blanco o viciado no entra en el cómputo de votos válidos ni en el cálculo de la cifra repartidora y eso da una visión engañosa de los resultados porque hace crecer los porcentajes de los ganadores.
El voto banco o viciado, nos guste o no, debería entrar en el cómputo, porque votar en blanco o viciado es abstenerse de elegir en una boleta que no se considera atractiva. En muchos casos, puede ser expresar una opinión, cuando no se trata de un error de marcado.


jueves, 15 de agosto de 2019

El Plan que la CONFIEP necesita

Mientras celebrábamos el advenimiento del 2018 era publicada la Política Nacional de Competitividad.
Mientras celebrábamos el 28 de julio del 2019, salió a luz el Plan Nacional de Competitividad y Formalización. El anuncio de elecciones adelantadas puso el Plan en tercer o cuarto plano.
Son ochenta medidas del Plan para ejecutar en cuatro fases que llegarían incluso al 2030.
Ha sido elaborado por el Consejo Nacional de Competitividad y Formalización.
Y una lectura del Plan, permite afirmar que está diseñado para servir a las empresas y ayudarlas a hacer negocios. Para formar los trabajadores que las empresas necesitan, no las empresas que necesita el país, porque mientras se quiere “formalizar” a las PYMES y lograr un Estado promotor de la inversión privada, se mantiene a las grandes corporaciones tales como están.
Se dirá que se estudia mejorar el marco regulatorio. ¿Pero son suficientes las normas que refieren a las relaciones entre las empresas y los usuarios o consumidores, pero mantienen el modelo que explota a los trabajadores y está orientado solo hacia la exportación, pero no a la alimentación de la población peruana, por ejemplo?
¿Y quiénes forman el CNCF?
Doce ministros, todos los representantes de las organizaciones empresariales, pero solo un gobernador y un representante sindical. Muy democrático.

Privatización encubierta


La primera semana de agosto se ha promulgado el DS 214 que promueve la privatización de 31 empresas del Estado, entre ellas Sedapal. No se dice que se va a privatizar. Se dice que se va a “incentivar el ingreso del capital privado a las empresas públicas”. Esas empresas además, tendrán el privilegio de estar exceptuadas de los controles estatales. Como ha señalado el sindicato de trabajadores de Sedapal, con esas normas, las entidades privadas podrán adquirir hasta el 100% de las empresas públicas.
En otras palabras, mientras las primeras planas hablan todos los días de la lucha contra la corrupción, se consolida y profundiza el “modelo” neoliberal que ha sido base y justificación del corrupto saqueo de los bienes del país.

lunes, 5 de agosto de 2019

Canción a dos voces

Mientras el presidente Martín Vizcarra llama a que se vayan todos en las probables elecciones de abril y junio del 2020, otras decisiones se van gestando y adoptando en un nebuloso segundo plano donde manda el gobierno verdadero, es decir el Ministerio de Economía y la CONFIEP.
La gente aplaude, y con razón, que se vayan todos. La consigna que apenas hace unos días parecía extremista, ahora luce oficialista después del mensaje presidencial. Que se vayan todos es, hay que admitirlo, un triunfo del pueblo callejero. Triunfo a medias, porque ahora la responsabilidad está en la cancha del sector popular. ¿Serán capaces los gobernadores regionales de izquierda, los alcaldes, los líderes de la izquierda parlamentaria, de asumir de una vez su rol de construir una verdadera fuerza democrática de cambio? ¿O tendrán también que irse todos?
En el fin del año 2018 fue publicada la Política Nacional de Competitividad. Y el 28 de julio del 2019, horas antes del mensaje presidencial, salió a luz el Plan Nacional de Competitividad y Formalización.
Son 80 medidas para ejecutar en cuatro fases que llegarían incluso al 2030. ¿Alguien las discutió? ¿El Parlamento acaso? ¿O las centrales sindicales?
No. El Plan Nacional de Competitividad ha sido elaborado por el Consejo Nacional de Competitividad y Formalización.
¿Y quiénes forman el CNCF?
Doce ministros, todos los representantes de las organizaciones empresariales, un gobernador y un representante sindical. Muy democrático. Habrá que preguntarle al gobernador Antonio Guevara Masías y a Máximo Barrueto, representante de las centrales sindicales, qué opinaron o si fueron consultados. O si votaron a favor.
Paralizado por las presiones de las mineras para sacar adelante Tía María a como dé lugar, Vizcarra prefiere irse. Pero, para quedar bien, les deja un regalito a los empresarios: el Plan Nacional de Competitividad. Y la licencia para que Southern construya lo que quiere en Tía María y La Tapada. ¿Después de él qué? ¿El diluvio o la sangre que significaría Tía María a como dé lugar? 

martes, 3 de abril de 2018

Gabinete continuista de bajo perfil



El núcleo del gobierno de Martín Vizcarra son exgobernadores de las provincias y ex viceministros. El gobierno de Kuczynski estuvo constituido por gente ligada a la especulación, el lobbismo, y el manejo centralizado del gobierno en Lima. Ahora los ministros están más ligados a las provincias y al trabajo concreto, algunos procedentes de universidades públicas y de provincias y son funcionarios públicos de carrera.
Los ministros de pesquería y minería están ligados directamente con las empresas pesqueras y mineras.
El ministro de economía es un hombre ligado a los bancos y las AFP. Es defensor de las AFP y se ha pronunciado contra el retiro de fondos por parte de los pensionistas.
La expectativa del país es que Vizcarra y Villanueva se alejen del sistema de corrupción y lo combatan. No hay seguridad en que lo hagan.
Martín Vizcarra ha sido un militante aprista desde su juventud universitaria en los años setenta. Fue candidato del Apra a la gobernación de Moquegua. Estuvo relacionado con la corrupción en el contrato del aeropuerto de Chincheros. Es difícil aceptar que, habiendo sido gobernador de Moquegua no sabía lo que firmaba. Moquegua es una pequeña región contaminada por la mina de Cuajone. No se conoce ninguna gestión suya contra la Southern cuando fue gobernador.
César Villanueva Arévalo egresado de la Universidad Villarreal y ex candidato de la UDP, fue Presidente de la Región San Martín y ahora es Presidente del Consejo de Ministros. Apoyó a los exportadores de cacao a través de programas de cultivo alternativo a la coca. Se incorporó al partido de los Acuña, los de la plata como cancha, cuya fortuna tiene un origen extraño.
El general de la policía Marco Arturo Medina Guimaraes, ministro del interior fue viceministro de Urresti.
David Alfredo Tuesta Cárdenas, ministro de economía, es hombre del BBVA y ha sido alto funcionario de la Corporación Andina de Fomento, CAF. Su nombramiento fue una recomendación del aprista Luis Carranza, ex presidente de la CAF, también hombre del BBVA ministro de economía 2006 – 2008 y hombre de confianza de Alan García. Fue designado miembro de la Comisión de Protección Social en enero del 2017 para la reforma de la seguridad social en pensiones, cobertura de salud y la posible implementación de un seguro de desempleo. Defiende a las AFP en el retiro de fondos y postula cambios en los derechos laborales.
El abogado Canciller Néstor Francisco Popolizio Bardales fue Viceministro del macartista José Antonio García Belaunde en el gobierno de Alan García 2016. Fue embajador en Colombia durante el gobierno de Humala. Durante el gobierno de Toledo fue involucrado en un extraño incidente de traslado ilegal de fondos entre el servicio de inteligencia y la cancillería.
El General EP José Modesto Huerta Torres, ministro de defensa fue agregado militar en la embajada del Perú en los Estados Unidos. Firmó el acta de sujeción en la época de Montesinos.
Silvia Esther Peza ministra de Salud tuvo las peores relaciones con los gremios de médicos y trabajadores de su sector durante el ministerio de Patricia García.
Salvador Heresi, ministro de Justicia, es quien debería liderar la lucha contra la corrupción. Ex demócrata cristiano. Fue hombre de Alex Kouri en 1999, y alcalde de San Miguel once años 2003 al 2014. Secretario general del partido de PPK. Estuvo de acuerdo con el indulto y dijo que PPK es un hombre honesto. Se opuso a la concurrencia de PPK a la Comisión Lava Jato. Es opuesto a la ley de alimentación saludable y para ello actúa en defensa de los fabricantes de comida chatarra.
Francisco Ísmodes Mezzano, ministro de Energía y Minas, fue Gerente de Minera Milpo y ha sido Gerente en la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo.
Daniel Córdova, ministro de Pesquería es un economista de la Universidad del Pacífico, fundador de Invertir Group. Fue un presunto candidato a la alcaldía de Lima por el partido de PPK. Ha sido Director del Banco de Comercio.
Los desafíos que tiene este gabinete son:
La reconstrucción del norte por 7 mil millones de dólares. La ley de la “reconstrucción con cambios” que margina la Contraloría no ha sido modificada, a pesar de que hubo una ceremonia de fortalecimiento de la misma.
PPK cedió el mar pesquero del norte a las petroleras que, de realizar sus proyectos, arruinarían de por vida la riqueza pesquera del Perú. Los pescadores artesanales han anunciado una huelga.
Habrá que definir qué hacer en el caso del aeropuerto de Chinchero.
El nuevo gobierno sigue manteniendo la “desinvitación” a Nicolás Maduro. ¿Resistirá a las presiones de Trump y sus adláteres y seguidores? Será el test de Vizcarra en política internacional.
En resumen un gabinete que no es nuevo sino compuesto en su mayoría por funcionarios de segundo nivel o servidores de la gran banca y la gran minería.