viernes, 13 de septiembre de 2013

Camino chino

¿Hay un camino chino al socialismo?
Mil trescientos millones son gobernados por ochenta millones de comunistas. Una elite multitudinaria en gran parte altamente educada conduce un pueblo obediente y trabajador en el experimento social más audaz del mundo actual. Vale la pena examinar lo que está pasando en China.
Desde afuera, se ve al gigante transitar el camino capitalista. Pero el XVIII Octavo Congreso del PCCH ha reafirmado el objetivo de construir un país socialista moderno al 2050. Los chinos han estudiado a Friedman, pero también se estarían ajustando a las tesis más ortodoxas de Marx y Engels, quienes decían que el socialismo no puede resultar de la pobreza ni de las sociedades atrasadas sino del más avanzado capitalismo.
Han creado su propio empresariado innovador y schumpeteriano (Schumpeter fue el teórico de la innovación), compuesto por multimillonarios que tienen conciencia nacional y carnet del partido, monopólicos en el mercado interno y competitivos en lo internacional. Y hace tiempo que han formado a sus políticos no solo en el marxismo sino en el liberalismo y la economía de mercado.
China es la segunda economía mundial por su volumen, produce el 20% del PBI del planeta, ha multiplicado por diez su reserva de divisas, y ha sacado de la pobreza a millones de personas.
Para que estos éxitos sean sosteniblesen el plano económico deberán fortalecer su mercado interno y depender menos de las exportaciones. Según expresó Zhang Ping, Presidente de la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma a la revista China Hoy, el consumo ha desempeñado un papel más importante que la inversión en el crecimiento económico. Para ampliar la demanda interna se duplicará el ingreso per cápita de los trabajadores al 2020.
El desarrollo políticosignifica consolidar el sistema de asambleas populares, promover el autogobierno en las organizaciones y dar autonomía regional a las minorías étnicas, ampliando la participación popular sin copiar los modelos políticos de las democracias occidentales. Se elevará el porcentaje de diputados de base en la Asamblea Nacional al tiempo que baja el número de diputados miembros del Partido y el gobierno, se reduce la cantidad de funcionarios del estado y disminuyen los gastos en administración. Aumentará la autonomía del Poder Judicial junto con el respeto de todos sin excepción a la Constitución y las leyes. El Partido Comunista deberá vencer la corrupción, el burocratismo y alejamiento del pueblo, males característicos del poder en todas partes del mundo y también en China.
Según Qing Lianbin, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Escuela Central del Partido Comunista, en 2021,  centenario de la fundación del partido, China deberá garantizar la manutención básica de todos, tendrá un sistema básico de pensiones que elimine las incertidumbres de la vejez y un sistema de garantía del nivel mínimo de vida.Habrán sido aseguradas la educación obligatoria de nueve años y la asistencia médica básica para mil trescientos millones de habitantes, logrando una cobertura total del sistema de seguridad socialque fue disminuido con la modernización. Doce millones de viviendas de protección social han sido construidas en cuatro años entre 2008 y 2011.
Informandohace dos años sobre las tareas de gobierno,Wen Jiabao señaló que China introduciría en su política pública el Índice de Felicidad, que es hoy el concepto más avanzado en política social. Según Xinghua más de cien ciudades chinas se han trazado el objetivo de ser felices. El índice de felicidad combina variables de ecología, civismo y bienestar subjetivo (no solo cuánto tengo sino cómo me siento). Este índice integra aspectos materiales de una vida austeracon elementos espirituales y psicológicos. De lograrse, todo eso no convertiría a China en un país socialista gobernado por los trabajadores sino en una reedición más frugaldel estado europeo de bienestar, gobernada por elites políticas y empresariales.


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