Héctor Béjar
¿Concibe
Ud. que su banco se enoje si Ud. le paga lo que le debe? Pues ése es el caso
del Fondo Monetario Internacional con Argentina. Están furiosos.
Cuando
Néstor Kirchner decidió cancelar al Fondo Monetario la deuda total de 9,810
millones de dólares, el Fondo se sintió tan ofendido que el enojo le dura hasta
hoy. Con ese acto Argentina se ahorró mil millones de dólares en intereses y
pudo hablar de igual a igual a quienes perdieron el dominio que mantuvieron
sobre la Argentina por más de cincuenta años. Kirchner pudo hacerlo porque su
país había acumulado reservas por más de 27,000 millones de dólares. (El Perú
ya va por los sesenta mil millones y sigue atado al Fondo como el perrito a su
amo).Al ser pagada la deuda, el Fondo dejaba de percibir los intereses y perdía
un instrumento de intromisión y exigencias permanentes sobre Argentina que le
permitieron promover más de 150 planes de ajuste.
Desde 2008, el Fondo empezó a decir en
su informe bianual "Perspectivas Económicas
Mundiales" que los datos gubernamentales argentinos difieren de
los cálculos privados.
Quienes desobedecen al Fondo tienen
inflación. Quienes son sumisos no la tienen.
Lo que sucede es que la estadística es
ahora un campo de contienda. En el Perú sabemos que el costo de vida sube mes por mes.
Y sin embargo, el Estado proclama un 4,25% anual mientras el Fondo aplaude.
También sabemos que la pobreza es escalofriante, pero las burocracias
internacionales hablan del “milagro peruano” que reduce la pobreza. Mientras el
gobierno haga buena plana, no será molestado. Si se saliera del libreto sería
señalado y estigmatizado como Argentina.
Cristina
Kirchner no se ha dejado. En septiembre del año pasado denunció
en la Universidad de Georgetown de Washington:"Hay contra la Argentina
por parte del FMI una suerte de ensañamiento porque somos el mal ejemplo, somos
el mal alumno, somos quienes dijimos que no a todas y cada una de las recetas que quisieron imponernos”.
Los equipos de
técnicos han ido y venido entre Washington y Buenos Aires, pero no se han
puesto de acuerdo en la metodología de medición. El gobierno dice tener una
inflación del 10.8%. Las consultoras de los empresarios dan 25.6%. El Fondo ha
empezado a amenazar con la expulsión del grupo de los veinte.
Cristina Lagarde
comete un error. La situación es distinta a la época de dictadura totalitaria
del Fondo. No es el momento de hablar fuerte. El Fondo está deslegitimado. Está
gobernado por los deudores quebrados; y las potencias emergentes reclaman su re
estructuración.
La Cristina
francesa amenaza. La Cristina argentina pregunta: “¿Dónde estaba el FMI que no pudo advertir ninguna crisis? ¿Dónde
cuando se formaron no ya burbujas sino globos aerostáticos financieros? ¿Dónde estaba uno de sus ex directores cuando
el Bankia, que él dirigía, debió ser auxiliado con miles de millones de euros?¿Cuáles
son los procedimientos con que el FMI analiza países quebrados que siguen
endeudándose?...¿Se conoce alguna sanción del FMI, alguna decisión sobre
quienes se enriquecieron ellos y fundieron el mundo? No. La primera medida es contra Argentina. Alumna
ejemplar del FMI en los noventa, que siguió todas y cada una de las recetas y
cuando explotó en 2001 le soltaron la mano”.
Argentina. Sola, sin acceso al mercado
financiero internacional, creció en diez años el 90% de su PBI. Construyó un
mercado interno, le pagó al FMI y reestructuró en 2005 y 2010, su deuda de
acuerdo con acreedores sin volver a pedir prestado, para terminar con el endeudamiento eterno y
el negocio de bancos, intermediarios y comisionistas.
Esa es la verdadera causa del enojo del FMI. Argentina es una mala palabra para el sistema financiero global de rapiña
y sus derivados.Pero los tiempos cambian.Argentina ha pedido una
reunión extraordinaria de la Junta de Gobernadores del FMI, que examine la
política del organismo hacia el país del Plata y su actuación en el origen de
la crisis económica y financiera mundial.