viernes, 14 de febrero de 2014

La utopía de los dos grados

Héctor Béjar
www.hectorbejar.com

Calentar el planeta solo dos grados contando desde la era industrial, sigue siendo el clamor de los científicos frente a los políticos y los empresarios que se reúnen una vez más en Davos y repiten generalizaciones. El incremento ya alcanzó 0.8 grados centígrados desde el siglo XX. El año 2013 estuvo entre los más calurosos desde 1859 cuando empezaron los registros, según Michel Jarraud Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial OMM con sede en Ginebra, Suiza, que se alista para la Conferencia Científica abierta sobre el Clima Mundial que se reunirá en agosto de este año para trazar lo que nos espera los próximos diez años. En mar y tierra, la media del año pasado 2013 estuvo 0.48 grados centígrados por encima de la media de 1961 – 1990. El nivel del mar ha subido tres milímetros por año desde 1993.
Las facciones luchan dentro de la Comisión de la Unión Europea antes de la conferencia sobre el clima que tendrá lugar en París el próximo año. En su edición del 23 de enero The Guardian de Londres informa que Ed Davey, Secretario de Energía y Cambio Climático, se opone a los objetivos de energía renovable, pero ha sido rebasado por los representantes de Alemania y Francia que apoyan la renovación del sistema energético.  Alemania está implementando un cambio radical desde la energía atómica hacia energías renovables. La Unión Europea se propone reducir sus emisiones en 40% para 2030.
Las febriles actividades de la especie humana, su incontrolada reproducción (se prevé llegar a nueve mil millones de personas en 2045, setenta por ciento vivirán en ciudades que se duplicarán en número en los próximos veinticinco años), su tendencia a sobrepasar los límites que la naturaleza le permite, han alterado el funcionamiento de muchos mecanismos naturales entre los que se encuentra el clima.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático IPCC, presentará este año 2014 el diagnóstico más completo que se haya conocido sobre este problema. Se analizará cuatro escenarios posibles hasta el 2100 dependiendo de la cantidad de gases que se emita hacia la atmósfera hasta llegar a los catastróficos 4.8 grados centígrados. Escrito por 250 científicos, y revisado línea por línea, el primer volumen se presentará en setiembre de este año, en Estocolmo.
Según el Instituto Blacksmith que hace una lista de las ciudades más contaminadas, después de Linfen y Tianjin en China (productoras de plomo), Sukinda en la India, donde dos millones de personas beben agua  con residuos no tratados y barro mezclado con mercurio (un 60% de su agua está compuesta de cromo que es explotado a cielo abierto), Vapi en la India, que concentra depósitos de desechos químicos e insecticidas,  está La Oroya en el Perú con 99% de sus niños con plomo en sangre y cerebro, retraso en crecimiento y dificultades de aprendizaje. Son las ciudades más contaminadas del planeta.
El estudio sobre las emisiones urbanas de efecto invernadero que será publicado este año en la revista Enviroment and Urbanization acaba con la creencia convencional de que son solo China y los países asiáticos en desarrollo industrial aquellos que producen peor impacto ecológico. Austin Tejas en los Estados Unidos de América emite 24 toneladas de gases de efecto invernadero por persona al año, debido al uso de aire acondicionado y su denso transporte automotor.
Según National Geographic, la temperatura media de la tierra podrá llegar hasta veintisiete grados centígrados, ahora tiene catorce. Para ese entonces habrán desaparecido Buenos Aires, la costa de Uruguay y la Florida. San Francisco será una bahía, sufrirán Venecia, Londres, Barcelona y los Países Bajos.

Parece imposible que estas tendencias cambien. No será una revolución social la que acabe con el capitalismo industrial sino la reacción de la naturaleza. La contradicción fundamental ya no es entre proletariado y burguesía sino entre capitalistas industriales, poblaciones depredadoras y ecosistema.

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